El queso solo es un manjar, pero si queremos ponernos aventureros y variar un poco, tenemos muchas opciones de acompañamiento del queso. Debemos distinguir entre quesos frescos, tiernos, semicurados y curados, ya que el sabor y la intensidad del queso es el que determinará con qué otros sabores se puede acompañar.
Estas ideas de acompañamientos te pueden servir para elaborar recetas en casa o simplemente para servir un piscolabis en una comida especial. El queso puede ser un buen recurso para tus platos y entremeses, mucho más si sabes maridarlo bien.
11 acompañamientos para el queso
Alimentos dulces para acompañar el queso
Membrillo: el membrillo, especialmente si es casero, es una combinación perfecta con el queso, un juego de texturas y sabores que si no has probado ya, deberías hacerlo. El membrillo se utiliza especialmente para los quesos azules o los fuertes como el de cabrales, pero nosotros también lo recomendamos con nuestros quesos semicurados o curados.
Frutas frescas: la fruta estrella con la que acompañar el queso son las uvas. Pero aquí el abanico es muy amplio y puedes combinar casi todo con lo que te atrevas; manzanas, peras, higos, kiwis, naranja, melocotones, cerezas, mango, granada etc.
Frutos desecados: con los frutos desecados, imaginación al poder, puedes escoger desde pasas, higos, dátiles, orejones etc.
Mermelada y confituras: la gran variedad de mermeladas te permite muchas combinaciones, aunque las más habituales son el queso brie con mermelada de frambuesa, los quesos azules con mermelada de manzana, y los quesos parmesanos y de cabra con la mermelada de fresa. Pero como te decimos, todo es probarlo y ver qué es lo que más te gusta a ti. Y si atreves con más, puedes probar alguna de estas mezclas con una galleta crujiente debajo.
Miel: Al igual que con la mermelada, la miel también puede aportar el toque dulce que realce los matices del queso, pruébalo con una miel casera.
Alimentos salados para acompañar el queso
Frutos secos: uno de los maridajes más comunes del queso, además del vino, son los frutos secos. El contraste de la textura crujiente del fruto seco con la suavidad y cremosidad del queso, genera una sensación única. No hay límites en este ámbito, nueces, almendras, pistachos, avellanas, lo que te apetezca.
Aceitunas y otros encurtidos: cuando vamos a un bar, no es de extrañar que nos saquen una tapa o una tabla de quesos acompañado de unas aceitunas u otros encurtidos. Aquí todo es cuestión de un juego con la acidez propia de los encurtidos.
Salmón ahumado: si quieres un acompañamiento más sofisticado, puedes probar a acompañar los quesos más cremosos con un poco de salmón ahumado.
Pan: pan y queso, queso y pan, lo mires por donde lo mires, siempre combinan. Son como uña y carne. Desde tostas crujientes, hasta pan integral, pan de leña o cualquier tipo de barra como baguette, chapata o pan de torta.
Aceite: ¿alguna vez has probado el queso curado tras sumergirlo un tiempo en aceite? Si no lo has hecho, no te demores. Te sorprenderás. Puedes utilizar el aceite a modo de aliño mezclándolo con alguna especia, o simplemente sumergir el queso unos días hasta que se impregne con el aceite. Este acompañamiento es ideal para los quesos curados.
Hierbas aromáticas y especias: algunas especias actúan como potenciadoras del sabor, como la pimienta negra. También puedes utilizar romero, perejil o albahaca, especialmente si vas a servir el queso en un plato de pasta o en una ensalada. Si buscas algo para acompañar al queso curado, en este caso el pimentón con un poco de aceite resulta perfecto.
¿Conocías estos acompañamientos del queso? ¿Cuál te vas a atrever a probar?